Bilbao, una grata sorpresa …

Fuente imagen: Bilbao – Eusko Guide

 

La verdad es que pensaba glosar este comentario sobre otro de los muchos destinos exóticos que incluimos en la programación, pero el pasado fin de semana he tenido ocasión de regresar a Bilbao, donde tengo dos hermanos viviendo desde hace casi 30 años y que había dejado sin visitar en los últimos tiempos.

Iba invitado por los hoteles Meliá y la Compañía Iberia con la idea de conocer lugares donde realizar reuniones y eventos, además de ver como está evolucionando la ciudad, que sigue desarrollando toda la zona de la Ría hacia el mar y la verdad es que me he quedado gratamente sorprendido de lo mucho que ha mejorado lo que antaño era una zona industrial abandonada que además contaminaba la Ría, con lo que caerse al agua era más peligroso por lo que podías trGrupo Plaza Nuevaagar que por lo fría o profunda que fuera la corriente. Cariñosa y a la vez despectivamente conocida como “El Bocho”, que viene a significar el agujero que hacían los chavales para jugar a las canicas debido a que se haya rodeado de montañas y no tiene espacio para crecer, la ciudad ha crecido y sobre todo mejorado mucho en vivir de cara a la Ría con un precioso parque donde caminar, correr, montar en bicicleta, además de los deportes acuáticos como el kayak, el remo, el paddle-surf mientras se observan los peces que vuelven a vivir en sus ahora limpias aguas o se pasea en alguno de los nuevos barcos que recorren la ciudad con multitud de turistas varias veces al día.

Si la inauguración del Museo Guggenheim en octubre de 1.997 supuso el pistoletazo de salida para este nuevo Bilbao, hoy en día las mejoras han llegado hasta las 7 calles del Casco Viejo de la ciudad, con la Catedral de Santiago, la Plaza Nueva, el Mercado de la Ribera, la Estación de Atxuri y sobre todo la gran cantidad de fachadas y edificios remodelados (además también de que la situación política se ha tranquilizado), con lo que pasear por esta zona con sus comercios, que son los únicos de la ciudad que pueden abrir en festivos y por supuesto la variedad y cantidad de bares en los que se puede comer a base de una oferta espectacular de pinchos, hacen imprescindible acercarse en el nuevo tranvía o en el pulcro y moderno metro para disfrutar de lo que no ha cambiado, una gastronomía excepcional; aunque ésta se puede seguir disfrutando por todo Bilbao.

Para la organización de Convenciones y Eventos visitamos el inmenso y versátil Palacio Euskalduna, la remodelada Alhóndiga, además de ver la posibilidad de la Biblioteca Universitaria de Deusto y tuvimos en cuenta los ya conocidos hoteles Meliá, Silken Gran Dómine, el clásico Carlton y una amplia oferta de éstas y otras cadenas tanto locales como españolas. Hay que reseñar también el Nuevo Estadio de San Mamés, el Museo de Bellas Artes (aunque el total de museos sobrepasa la decena), el Teatro Arriaga y multitud de iglesias y palacios sin olvidar La Estación la Concordia de trenes.Tomas Y Miriam Guggenheim Bio
Para terminar me gustaría citar la curiosidad que me contó mi hermano sobre la expresión de “cantar el alirón”, una de esas palabras que usamos sin pensar de donde vienen: El Atletic de Bilbao lo crearon técnicos y trabajadores ingleses que trabajaban en las minas de hierro de Vizcaya y en concreto a finales del siglo XIX en algunas minas de Ortuella en Vizcaya los mineros cobraban el doble si la calidad del mineral era “all iron” (todo hierro o muy puro), así que como entonces la gente del pueblo no se defendía mucho en inglés tomaron como sinónimo de lo bueno esta expresión pero con la pronunciación española del tirón y poniendo el acento donde se les vino en gana, el ahora famoso “alirón”. Para mi que efectivamente tiene sentido como ocurre con otras famosas expresiones en otros lugares del mundo.

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